Después del nacimiento, el cordón umbilical se sujeta con una pinza especial y se corta cerca del cuerpo del bebé en un procedimiento indoloro, quedando el muñón umbilical.
Por lo general entre 7 y 21 días después del nacimiento, el muñón se secará por completo y se caerá, quedando una pequeña herida que podría tardar unos días en cicatrizarse.
Cuando se caiga el muñón umbilical, puede que notes un poco de sangre en el pañal. No te asustes, porque esto es normal. A veces, después de que se seca y se cae el muñón umbilical, quedan algunos pedacitos de piel nudosa y puede haber supuración de fluido claro o amarillo.
Una costumbre latina tradicional es fajar al bebé una vez se le ha caído el cordón, e incluso ponerle una moneda apretando el ombligo para que le quede para dentro.
Esta práctica no es aconsejable, porque apretar el vientre del bebé podría causarle molestias estomacales y ponerle algo sobre el ombligo podría incluso causarle una infección.
¿Requiere el muñón cuidados especiales?
Mientras no se le caiga el muñón umbilical a tu bebé, deberás hacer lo siguiente:
- Mantén el ombligo limpio y seco. Dobla la parte de arriba del pañal hacia abajo, destapando el ombligo y el muñón para que quede expuesto al aire y no esté en contacto con la orina (o compra pañales para recién nacidos que ya vienen recortados por delante para dejar el muñón al aire).
- Dale solo baños de esponja a tu bebé y evita darle baños en la tina.
- En los días más cálidos, ponle simplemente un pañal y una camiseta suelta para que le circule más el aire y se seque más rápidamente el ombligo.
- Evita las camisetitas de una sola pieza hasta que se le haya caído el muñón, y nunca trates de quitárselo, aunque parezca que solo está colgado de un hilillo.
No uses alcohol para limpiarle el muñón umbilical a tu bebé, antes recomendaban que se limpiara la base del muñón umbilical con alcohol diariamente. Sin embargo, los estudios han encontrado que la cicatrización es más rápida y sin riesgo de infección cuando el muñón no se rocía con alcohol.